2x01 The Comeback: 'Aída' must die

Llevo unas semanas viendo Aída y pensando: ¿por qué la sigo viendo? Supongo que el ser humano es un animal de costumbres... O lo mismo la estoy analizando. Porque antes me gustaba y me hacía gracia, pero últimamente hay varios factores que me hacen pensar que son los propios creadores los que están un poco cansados y quieren provocar su cancelación.

Y es que en España existe un gran problema con nuestros formatos televisivos. Por un lado, la duración; cuanto más largo sea el producto, mayor es el tiempo publicitario y mayor es la rentabilidad (no tiene más misterio). Aída era una de las pocas series del prime-time español que rondaba los 40-45 minutos por capítulo (sin contar la publicidad), pero ahora llega a los 70-75 minutos de grabación. Esto se traduce en alargar innecesariamente las tramas, dando la sensación de que sobran escenas, diálogos y chistes sin sentido.

Por otro lado, las bajas sufridas durante las últimas temporadas han propiciado que los guionistas anden un poco perdidos. Me refiero a la "fuga" de Carmen Machi (Aída), Ana María Polvorosa ("la Lore") y Melani Olivares (Paz). Aunque éste último nunca ha sido de mis personajes preferidos y creo que su ausencia puede disimularse, sí que se integraba bien con el resto del reparto. Y para intentar suplir esta carencia de personajes, nos plantan a Manuela Velasco, "gran actriz", creando una "historia de amor" bastante pastelosa con el fin de enganchar a la audiencia...

En resumen, yo creo que el mayor problema de las series (y ya no hablo únicamente de las españolas) es cuando funcionan y tienen éxito. Puede parecer contradictorio, pero lo cierto es que las cadenas se ciegan y necesitan explotar y obtener los máximos beneficios posibles. Porque no olvidemos que la televisión es un negocio. Y puede ser lo que le está pasando a Aída... Siendo una sitcom puede ser más fácil de "estirar", pero todo tiene un fin y yo creo que a Aída le está llegando su momento. Sólo pido una cosa: que si realmente sus creadores también lo consideran, que planten cara a la cadena y que le den un final digno. Amén.